El Real Decreto-ley 20/2012, de 13 de julio, de medidas para garantizar la
estabilidad presupuestaria y de fomento de la competitividad, publicado en el
BOE nº 168 del sábado 14 de julio, ha modificado determinados artículos del Texto
Refundido de la Ley General de la Seguridad Social, aprobado por Real Decreto
Legislativo 1/1994, de 20 de junio, y así, a través de su artículo 17.Dos, se
da una nueva redacción a los apartados 2 y 3 y se añade un nuevo apartado 4 al
artículo 109 de la citada Ley, en los siguientes términos:
"2.
No se computarán en la base de
cotización los siguientes conceptos:
A.
Las dietas y asignaciones para gastos de viaje, gastos de locomoción, cuando
correspondan a desplazamientos del trabajador fuera de su centro habitual de
trabajo para realizar el mismo en lugar distinto, así como los pluses de
transporte urbano y de distancia por desplazamiento del trabajador desde su
domicilio al centro de trabajo habitual, con la cuantía y alcance que reglamentariamente
se establezcan.
B.
Las indemnizaciones por fallecimiento y las correspondientes a traslados,
suspensiones y despidos.
Las
indemnizaciones por fallecimiento y las correspondientes a traslados y
suspensiones estarán exentas de cotización hasta la cuantía máxima prevista en
norma sectorial o convenio colectivo aplicable.
Las
indemnizaciones por despido o cese del trabajador estarán exentas, en la
cuantía establecida con carácter obligatorio en la Ley del Estatuto de los
Trabajadores, en su normativa de desarrollo o, en su caso, en la normativa
reguladora de la ejecución de sentencias, sin que pueda considerarse como tal
la establecida en virtud de convenio, pacto o contrato.
Cuando
se extinga el contrato de trabajo con anterioridad al acto de conciliación,
estarán exentas las indemnizaciones por despido que no excedan de la que
hubiera correspondido en el caso de que éste hubiera sido declarado
improcedente, y no se trate de extinciones de mutuo acuerdo en el marco de
planes o sistemas colectivos de bajas incentivadas.
Sin
perjuicio de lo dispuesto en los párrafos anteriores, en los supuestos de
despido o cese como consecuencia de despidos colectivos, tramitados de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 51 de la Ley del Estatuto de los trabajadores,
o producidos por las causas previstas en la letra c) del artículo 52 de la
citada Ley, siempre que en ambos casos se deban a causas económicas, técnicas,
organizativas, de producción o por fuerza mayor, quedará exenta la parte de
indemnización percibida que no supere los límites establecidos con carácter
obligatorio en el mencionado Estatuto para el despido improcedente.
c.
Las prestaciones de la Seguridad Social, así como sus mejoras y las
asignaciones asistenciales concedidas por las empresas, estas dos últimas en
los términos que reglamentariamente se establezcan.
D.
Las horas extraordinarias, salvo para la cotización por accidentes de trabajo y
enfermedades profesionales de la Seguridad Social.
En
el desarrollo reglamentario de los apartados a) y c) se procurará la mayor
homogeneidad posible con lo establecido al efecto en materia de rendimientos de
trabajo personal por el ordenamiento tributario.
3.
Sin perjuicio de lo previsto en el
apartado 2, la cuantía máxima exenta de cotización por todos los conceptos
indicados en el mismo no podrá exceder, en su conjunto, del límite que se
determine reglamentariamente.
4.
No obstante lo dispuesto en el
apartado 2.d), el Ministerio de Empleo y Seguridad Social podrá establecer el
cómputo de las horas extraordinarias, ya sea con carácter general, ya sea por
sectores laborales en los que la prolongación de la jornada sea característica
de su actividad.”
Ello
puede producir una significativa alteración en los costes de los conceptos
retributivos que se vienen aplicando, pues como puede verse a continuación se
han suprimido los anteriores apartados c, d y e del artículo 109.2 del Real
Decreto Legislativo 1/1994, de 20 de junio, por el que se aprueba el Texto
Refundido de la Ley General de la Seguridad Social:
“Artículo
109.- Base de cotización.
1.
La base de cotización para todas las
contingencias y situaciones amparadas por la acción protectora del Régimen
General, incluidas las de accidente de trabajo y enfermedad profesional, estará
constituida por la remuneración total, cualquiera que sea su forma o
denominación, que con carácter mensual tenga derecho a percibir el trabajador o
asimilado, o la que efectivamente perciba de ser ésta superior, por razón del
trabajo que realice por cuenta ajena.
Las
percepciones de vencimiento superior al mensual se prorratearán a lo largo de
los doce meses del año.
Las
percepciones correspondientes a vacaciones anuales devengadas y no disfrutadas
y que sean retribuidas a la finalización de la relación laboral serán objeto de
liquidación y cotización complementaria a la del mes de la extinción del
contrato. La liquidación y cotización complementaria comprenderán los días de
duración de las vacaciones, aun cuando alcancen también el siguiente mes
natural o se inicie una nueva relación laboral durante los mismos, sin
prorrateo alguno y con aplicación, en su caso, del tope máximo de cotización
correspondiente al mes o meses que resulten afectados.
No
obstante lo establecido en el párrafo anterior, serán aplicables las normas
generales de cotización en los términos que reglamentariamente se determinen
cuando, mediante ley o en ejecución de la misma, se establezca que la
remuneración del trabajador debe incluir, conjuntamente con el salario, la
parte proporcional correspondiente a las vacaciones devengadas.
2.
No se computarán en la base de
cotización los siguientes conceptos:
a)
Las dietas y asignaciones para gastos de viaje, gastos de locomoción, cuando
correspondan a desplazamientos del trabajador fuera de su centro habitual de
trabajo para realizar el mismo en lugar distinto, así como los pluses de
transporte urbano y de distancia por desplazamiento del trabajador desde su
domicilio al centro de trabajo habitual, con la cuantía y alcance que
reglamentariamente se establezcan.
b)
Las indemnizaciones por fallecimiento y las correspondientes a traslados,
suspensiones y despidos.
c)
Las cantidades que se abonen en concepto de quebranto de moneda y las
indemnizaciones por desgaste de útiles o herramientas y adquisición de prendas
de trabajo, cuando tales gastos sean efectivamente realizados por el trabajador
y sean los normales de tales útiles o prendas en los términos que
reglamentariamente se establezca.
d)
Los productos en especie concedidos voluntariamente por las empresas en los
términos que reglamentariamente se establezcan.
e)
Las percepciones por matrimonio.
f)
Las prestaciones de la Seguridad Social, así como sus mejoras y las
asignaciones asistenciales concedidas por las empresas, éstas dos últimas en
los términos que reglamentariamente se establezcan.
g)
Las horas extraordinarias, salvo para la cotización por accidentes de trabajo y
enfermedades profesionales de la Seguridad Social.
En
el desarrollo reglamentario de los apartados a), c), d) y f) anteriores se procurará
la mayor homogeneidad posible con lo establecido al efecto en materia de
rendimientos de trabajo personal por el ordenamiento tributario.
3.
No obstante lo dispuesto en el
apartado g) anterior, el Ministerio de Empleo y Seguridad Social podrá establecer
el cómputo de las horas extraordinarias, ya sea con carácter general, ya sea
por sectores laborales en los que la prolongación de la jornada sea
característica de su actividad.”
No
podemos obviar que el Real Decreto-ley 20/2012, de 13 de julio, no ha
contemplado la modificación del Real Decreto 2064/1995, de 22 de diciembre, por
el que se aprueba el Reglamento General sobre cotización y liquidación de otros
derechos de la Seguridad Social, que sigue manteniendo la redacción que sigue:
“Artículo
23. Base de cotización.
1.
En el Régimen General de la Seguridad
Social la base de cotización para todas las contingencias y situaciones
amparadas por la acción protectora del mismo, incluidas las de accidente de
trabajo y enfermedad profesional, estará constituida por la remuneración total,
cualquiera que sea su forma o denominación, que, con carácter mensual, tenga
derecho a percibir el trabajador o la que efectivamente perciba de ser ésta
superior, por razón del trabajo que realice por cuenta ajena.
A.
Las percepciones de vencimiento superior al mensual se prorratearán a lo largo
de los doce meses del año.
B. A
efectos de su inclusión en la base de cotización, se considerará remuneración
la totalidad de las percepciones económicas recibidas por los trabajadores, en
dinero o en especie y ya retribuyan el trabajo efectivo o los períodos de
descanso computables como de trabajo, así como los conceptos que resulten de lo
dispuesto en el apartado 2 de este artículo.
a. A
estos efectos, constituyen percepciones en especie la utilización, consumo u
obtención, para fines particulares, de bienes, derechos o servicios de forma
gratuita o por precio inferior al normal de mercado, aun cuando no supongan un
gasto real para quien los conceda.
Cuando
el empresario entregue al trabajador importes en metálico para que éste
adquiera los bienes, derechos o servicios, la percepción económica recibida por
el trabajador tendrá la consideración de dineraria.
b.
No tendrán la consideración de percepciones económicas en especie los bienes,
derechos o servicios especificados en el artículo 42.2 de la Ley 35/2006, de 28
de noviembre, del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y de
modificación parcial de las Leyes de los Impuestos sobre Sociedades, sobre la
Renta de no Residentes y sobre el Patrimonio, así como en los artículos 43, 44,
45 y 46 del Reglamento del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas,
aprobado por el Real Decreto 439/2007, de 30 de marzo, en los términos y
condiciones establecidos en dichos preceptos.
c.
Las percepciones en especie, a efectos de cotización, se valorarán en la forma
establecida para cada una de ellas en el artículo 43 de la Ley 35/2006, de 28
de noviembre, y en los artículos 47 y 48 del Reglamento del Impuesto sobre la
Renta de las Personas Físicas.
d.
Las cantidades en dinero o los productos en especie entregados por el
empresario a sus trabajadores como donaciones promocionales y, en general, con
la finalidad exclusiva de que un tercero celebre contratos con aquel, no se incluirán
en la base de cotización, siempre que dichas cantidades o el valor de los
productos no excedan de la cuantía equivalente a dos veces el importe del
indicador público de renta de efectos múltiples (IPREM) mensual vigente en cada
ejercicio, sin incluir la parte correspondiente de las pagas extraordinarias.
2.
No se computarán en la base de cotización los siguientes conceptos:
A.
Las dietas y asignaciones para gastos de viaje, gastos de locomoción, cuando
correspondan a desplazamientos del trabajador fuera de su centro habitual de
trabajo para realizar el mismo en lugar distinto, así como los pluses de
transporte urbano y de distancia o los que les sustituyan, por desplazamiento
del trabajador desde su residencia al centro habitual de trabajo, en los términos
y en las cuantías siguientes:
a. A
efectos de su exclusión en la base de cotización a la Seguridad Social,
únicamente tendrán la consideración de dietas y asignaciones para gastos de
viaje las cantidades destinadas por el empresario a compensar los gastos
normales de manutención y estancia en restaurantes, hoteles y demás
establecimientos de hostelería, devengadas por gastos en municipio distinto del
lugar del trabajo habitual del trabajador y del que constituya su residencia.
Estos
gastos de manutención y estancia no se computarán en la base de cotización
cuando se hallen exceptuados de gravamen conforme a los apartados 3, 4, 5 y 6
del artículo 9.A del Reglamento del Impuesto sobre la Renta de las Personas
Físicas.
El
exceso sobre los límites señalados en los apartados citados, se computará en la
base de cotización a la Seguridad Social.
Tampoco
se computarán en la base de cotización los gastos de manutención, abonados o
compensados por las empresas a trabajadores a ellas vinculados por relaciones
laborales especiales, por desplazamientos fuera de la fábrica, taller, oficina
o centro habitual de trabajo, para realizarlo en lugar distinto de este o
diferente municipio, tanto si el empresario los satisface directamente como si
resarce de ellos al trabajador, con los límites establecidos en el artículo 9.B
del Reglamento del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.
El
exceso sobre los límites señalados en el citado artículo 9.B se computará en la
base de cotización a la Seguridad Social.
b. A
los mismos efectos de su exclusión en la base de cotización a la Seguridad
Social, se consideran gastos de locomoción las cantidades destinadas por el
empresario a compensar los gastos del trabajador por sus desplazamientos fuera
de la fábrica, taller, oficina o centro habitual de trabajo, para realizarlo en
lugar distinto del mismo o diferente municipio.
Los
gastos de locomoción, tanto si el empresario los satisface directamente como si
resarce de ellos al trabajador, estarán excluidos de la base de cotización en
los supuestos y con el alcance establecido en los apartados A.2, 4, 5 y 6 y B
del artículo 9 del Reglamento del Impuesto sobre la Renta de las Personas
Físicas.
El
exceso sobre las cantidades señaladas en los citados apartados, se incluirá en
la base de cotización a la Seguridad Social.
c. A
efectos de su exclusión en la base de cotización, se reputaren pluses de
transporte urbano y de distancia o equivalentes las cantidades que deban
abonarse o resarcirse al trabajador o asimilado por su desplazamiento desde el
lugar de su residencia hasta el centro habitual de trabajo y a la inversa.
En
todo caso, estos pluses, que a efectos de cotización únicamente necesitarán
justificación cuando estén estipulados individualmente en contrato de trabajo,
estarán excluidos de la base de cotización siempre que su cuantía no exceda en
su conjunto del 20 % del IPREM mensual vigente en el momento del devengo, sin
incluir la parte correspondiente a pagas extraordinarias, computándose, en otro
caso, en dicha base el exceso resultante.
d.
Las cuantías exceptuadas de cotización en este apartado A serán susceptibles de
revisión por el Ministro de Trabajo y Asuntos Sociales.
B.
Las indemnizaciones por fallecimiento y las correspondientes a traslados,
suspensiones, despidos y ceses.
C.
Las cantidades que se abonen en concepto de quebranto de moneda y las
indemnizaciones por desgaste de útiles o herramientas y adquisición y
mantenimiento de prendas de trabajo, cuando tales gastos sean efectivamente
realizados por el trabajador y sean los normales de tales útiles o prendas.
Estas
cantidades e indemnizaciones quedarán excluidas de la base de cotización
cuando, computadas en su conjunto, no excedan del 20 % del IPREM mensual
vigente en el momento del devengo, sin incluir el prorrateo de las pagas
extraordinarias. En el supuesto de percibirse con periodicidad superior a la
mensual, aquéllas serán prorrateadas en los términos indicados en el apartado
1.A de este artículo y quedarán excluidas de la base de cotización cuando no
excedan del 20 % de dicho IPREM mensual, sin incluir la parte correspondiente
de las pagas extraordinarias.
El
exceso sobre ambos límites será objeto de inclusión en la base de cotización.
D.
Los productos en especie concedidos voluntariamente por las empresas.
a. A
estos efectos, se consideran tales las percepciones indicadas en el apartado
1.B de este artículo, cuya entrega por parte de la empresa no sea debida en
virtud de norma, convenio colectivo o contrato de trabajo ni se hallen
incluidas en el apartado F siguiente.
b.
Los productos en especie concedidos voluntariamente por las empresas serán
valorados conforme a lo dispuesto en el apartado 1.B.c de este artículo y
quedarán excluidos de la base de cotización siempre que su valoración conjunta
no exceda del 20 % de la cuantía del IPREM mensual vigente en el momento de su
devengo, sin incluir la parte correspondiente a pagas extraordinarias. El
exceso sobre la cuantía indicada será computado en la base de cotización.
E.
Las percepciones por matrimonio.
F.
Las prestaciones de la Seguridad Social, en todo caso, así como sus mejoras y
las asignaciones asistenciales concedidas por las empresas, estas dos últimas
en los términos siguientes:
a.
Se consideran mejoras de las prestaciones de la Seguridad Social las cantidades
dinerarias entregadas directamente por los empresarios a sus trabajadores o
asimilados, así como las aportaciones efectuadas por aquéllos a los planes de
pensiones y a los sistemas de previsión social complementaria de sus
trabajadores, a que se refieren los artículos 192 y 193 del texto refundido de
la Ley General de la Seguridad Social, siempre que el beneficio obtenido o que
pudiera llegar a obtenerse por el interesado suponga una ampliación o
complemento de las prestaciones económicas otorgadas por el Régimen General de
la Seguridad Social en el que se hallen incluidos dichos trabajadores.
Únicamente
podrán tener la consideración de mejoras de las prestaciones económicas de
jubilación, incapacidad permanente y muerte y supervivencia otorgadas por dicho
Régimen General de la Seguridad Social las aportaciones efectuadas por los
empresarios a planes de pensiones y a la financiación de las primas de
contratos de seguro, destinadas a satisfacer los compromisos por pensiones
derivados de las citadas contingencias y asumidos con el personal de la
empresa.
No
obstante, las ayudas y demás cantidades dinerarias por gastos sanitarios
entregadas por las empresas a sus trabajadores o asimilados deberán incluirse
en la correspondiente base de cotización, complementen o no prestaciones
contributivas o no contributivas del sistema de la Seguridad Social.
b.
En las asignaciones asistenciales a que se refiere este apartado se
considerarán incluidas las siguientes:
1.
La entrega a los trabajadores en activo, de forma gratuita o por precio
inferior al normal de mercado, de acciones o participaciones de la propia
empresa o de otras empresas del grupo de sociedades, en la parte que no exceda,
para el conjunto de las entregadas a cada trabajador, de 12.000 euros anuales y
en las demás condiciones establecidas en el artículo 43 del Reglamento del
Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.
2.
Las cantidades destinadas a satisfacer gastos de estudios del trabajador o
asimilado dispuestos por instituciones, empresarios o empleadores y financiados
directamente por ellos para la actualización, capacitación o reciclaje de su
personal, cuando vengan exigidos por el desarrollo de sus actividades o las
características de los puestos de trabajo, incluso cuando su prestación
efectiva se efectúe por otras personas o entidades especializadas.
Cuando
dichos gastos no vengan exigidos por el desarrollo de aquellas actividades o
características y sean debidos por norma, convenio colectivo o contrato de
trabajo, siempre que se justifique su realización y cuantía serán considerados
retribuciones en especie en los términos establecidos en el apartado 1.B de
este artículo.
En
ambos supuestos, los gastos de manutención y estancia así como de locomoción se
regirán por lo previsto en los párrafos a y b del apartado 2.A de este
artículo.
3.
Las entregas de productos a precios rebajados que se realicen en cantinas o
comedores de empresa o economatos de carácter social, teniendo dicha
consideración las fórmulas directas o indirectas de prestación del servicio,
admitidas por la legislación laboral, en las que concurran los requisitos establecidos
en el artículo 45 del Reglamento del Impuesto sobre la Renta de las Personas
Físicas.
No
obstante, si por convenio colectivo resultara posible la sustitución del
servicio de comedor por entrega dineraria, esta únicamente formará parte de la
base de cotización en el exceso resultante de la aplicación de las reglas
contenidas en los apartados 1 y 2.1. de dicho artículo.
4.
La utilización de los bienes destinados a los servicios sociales y culturales
del personal empleado, teniendo dicha consideración, entre otros, los espacios
y locales, debidamente homologados por la administración pública competente,
destinados por los empresarios o empleadores a prestar el servicio de primer
ciclo de educación infantil a los hijos de sus trabajadores, así como la
contratación de dicho servicio con terceros debidamente autorizados.
5.
Las primas o cuotas satisfechas por el empresario en virtud de contrato de
seguro de accidente laboral, enfermedad profesional o de responsabilidad civil
del trabajador, así como las primas o cuotas satisfechas por aquel a entidades
aseguradoras para la cobertura de enfermedad común del trabajador y, para este
último caso, en los términos y con los límites establecidos en los artículos
42.2.f de la Ley 35/2006, de 28 de noviembre, y 46 del Reglamento del Impuesto
sobre la Renta de las Personas Físicas.
6.
La prestación del servicio de educación preescolar, infantil, primaria,
secundaria obligatoria, bachillerato y formación profesional por centros
educativos autorizados, a los hijos de sus empleados, con carácter gratuito o
por precio inferior al normal de mercado.
7.
Aquellas otras asignaciones que expresamente se establezcan por ley o en
ejecución de ella.
Las
asignaciones a que se refieren los apartados anteriores, que reúnan los
requisitos y hasta las cuantías que en ellos se indican, no tendrán la
consideración de percepciones en especie a efectos de lo dispuesto en el
apartado 2.D de este artículo. El exceso sobre dichas cuantías será objeto de
inclusión en la base de cotización.
G.
Las horas extraordinarias, salvo en la base de cotización por accidentes de
trabajo y enfermedades profesionales y sin perjuicio de la cotización adicional
en los términos establecidos en el artículo 24 de este Reglamento.
3.
Lo establecido en el apartado anterior se entiende sin perjuicio de las
especialidades previstas en la sección X de este mismo capítulo, así como de
las facultades del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales para establecer el
cómputo de las horas extraordinarias en la determinación de la base de
cotización por contingencias comunes, ya sea con carácter general o ya por
sectores laborales en los que la prolongación de la jornada sea característica
de su actividad.”
Pero,
sin embargo, ha quedado ya sin amparo de la LGSS a la que contradice (y no
habrá más remedio que corregirlo en dicho sentido próximamente).
Por ello, dado que el referido Real
Decreto-ley 20/2012, de 13 de julio, entró en vigor el pasado 15 de julio de
2012, salvo interpretaciones más avanzadas en contrario y DE UN PRIMER ANÁLISIS,
podría entenderse que las cantidades devengadas por esos conceptos deberían
incluirse en las bases de cotización de la próxima liquidación.