Eduardo
Cobas. Secretario general de la Asociación Profesional de Compañías Privadas de
Servicios de Seguridad (Aproser)
"No
nos gusta el cambio en los convenios de la reforma"
Fuente cinco días
"La crisis le está pasando factura a un sector cíclico como la
seguridad privada. Eduardo Cobas, secretario general de la patronal del sector,
Aproser, recuerda que, con el boom económico, en España hubo un incremento muy
importante de los niveles de facturación. "Pero en 2007 esto se trunca. Ahora estamos entre un 15% y 20% menos de
facturación, a niveles de 2006. A esto añadimos una dilación de los pagos,
sobre todo de las Administraciones públicas, que representan el 28% de nuestro
sector, y la lógica constricción de los márgenes comerciales".
Para este año Cobas prevé una disminución del 5% y recuerda que el
aumento en el nivel de facturación del sector está muy vinculado al crecimiento
económico del país. En esta coyuntura, aplaude la reforma laboral aprobada por
el Gobierno, "porque introduce dosis de flexibilidad", pero se
muestra disconforme sobre los cambios introducidos en los convenios.
"Defendemos la negociación colectiva como un elemento clave de la
profesionalización del sector y, sobre todo, por los servicios que
asumimos". Para el directivo hubiera sido aconsejable un tratamiento más
específico de los servicios empresariales. "Nos preocupa la actitud de
determinadas empresas que utilizan los mecanismos de inaplicación del convenio
colectivo, los descuelgues salariales, no por una necesidad vinculada a sus
cuentas económicas, sino por tratar de encontrar una ventaja competitiva en
costes", aclara.
En este punto, indica que en un sector industrial reducir la estructura
de costes puede ser la única solución para la supervivencia de una actividad y
su competitividad o para competir en un mundo global. "Pero nosotros, no. El 80% es el coste salarial y una empresa que
inaplica el convenio lo que hace es captar clientes de otra empresa que sí lo
aplica".
A su juicio, esto supone que
ganen cuota de mercado quienes tienen una peor situación económica, que
pagan menos impuestos de sociedades, cuyos trabajadores contribuyen menos por
IRPF y cuyos servicios cotizan menos por IVA. "La realidad demostrará que es una reforma global muy positiva
para la economía española, pero que para nosotros puede acarrear problemas
importantes". En esta tesitura, Cobas se muestra convencido de que al
final será preciso introducir un tratamiento distinto en estos aspectos para
los servicios empresariales, "como dispone la normativa en Alemania y en
Francia".
La reforma que ha anunciado el Gobierno en las Administraciones públicas
puede traer oportunidades de negocio para el sector. Aunque quiere mostrar
prudencia, "ya que perdería la legitimidad pidiendo al Gobierno dónde
quisiéramos estar", sí que pone ejemplos de lo que ocurre en otros países,
como es el caso de la racionalización de recursos administrativos, controles de
tráfico, de alcoholemia, vueltas ciclistas de aficionados o vigilancia en zonas
rurales.
Acerca de cómo ha afectado al sector de la seguridad privada el hecho de
que ETA haya anunciado el cese de su actividad, Cobas muestra su cautela al
respecto y apunta que "la detección de las necesidades de seguridad
compete a la autoridad pública. No somos quiénes para determinar cuáles son las
necesidades complementarias de protección de la seguridad privada ante una amenaza
terrorista". Y es tajante al afirmar que "nada nos gustaría más que
dejar de prestar estos servicios, pese al importante daño que supone para
nuestra facturación y pérdida de puestos de trabajo".
Cobas pide cambios en la Ley de Seguridad Privada, que ya ha cumplido 20
años. "Esta legislación tiene
aspectos que limitan las posibilidades que la seguridad privada tendría para
prestar un mejor servicio a la colectividad". Una de las
modificaciones que exige tiene que ver con que la ley impide de manera absoluta
la presencia en la vida pública de la seguridad privada, salvo para dos
excepciones, como son polígonos industriales y urbanizaciones muy delimitadas.
En este sentido, el directivo se pregunta: "¿Por qué no podemos
estar fuera de los estadios de fútbol que ahora cubre la seguridad pública, con
el gasto que conlleva?". También habla de ofrecer servicios en las
prisiones. "Este es un tema que hay que abordar con todas las cautelas
debidas, delimitando bien los cometidos específicos de la seguridad privada en
conjunción con la pública".
En su opinión, "no parece razonable considerar que la seguridad
privada está capacitada para prestar servicios con armas de guerra en atuneros
en aguas internacionales y que no pueda, en cooperación con la Guardia Civil, realizar
funciones de acceso de prisiones o patrullas".
Intrusismo
La lucha
contra el intrusismo ha sido siempre uno de los caballos de batalla del sector.
Cobas dice que "ha mejorado algo", pero critica el hecho de que haya
compañías que, "después de actas
levantadas o incumplimientos reiterados", se encuentren entre los
principales adjudicatarios de las Administraciones públicas, porque "los
contratos se basan únicamente en precio".